lunes, 7 de julio de 2008

Arca de mis sueños

Naciste un día y en el aire

ya silbaba el viento ¡Madre!

Creciste deprisa y el arroyo cantaba

su canción llena de vida,

como la sangre que brota viva de la herida

que se abre...

...y su eco seguía arrullando tu silencio

¡Madre!

Y llegó el día y te coronaste con el fino manto

de fe, de amor y dolor callado

que Dios hizo con suave mano.

Sí, Madre, yo quiero cantarte

porque tú eres todo, porque eres aire

y yo fui paja que tú mimaste;

Lluvia fresca y yo hoja seca

que reverdeció en tu regazo.

Porque me saciaste de ternura mientras

en la noche tus lágrimas ahogaban

la amargura del mañana.

Sí ¡Madre! Yo quiero contarte mis sueños,

no puede guardarlos mi arca -es tan pequeña

y tan nada sin ti-.

Sí ¡Madre!, envuelve con tus caricias

mis palabras que son sombra, fondo

de la nada... y es tan hondo tu nombre...

tan sencilla tu mirada-llave sincera

que me guarda-.

Sí ¡Madre! yo quiero cantarte porque eres...

...bueno, nadie sabe lo que eres,

Nadie que no sea Madre.




Juan Manuel

No hay comentarios: