¡SOLEDAD DEL HOMBRE NUEVO!
Migajas de tierra enredadas en el aire,
soñolientas, transparentes, casi sin nacer.
Mi mente y yo— en diálogo superfluo -
mantienen su existencia en lucha tenaz.
Tú—mi cuerpo— realidad flotante
en el abismo recio de los espectros
pregonas las maravillas de los poderosos:
aires marciales, fiestas sociales.
Mientras tanto, manos extendidas
suplican un gramo de luz. Pies lacerados
abrazan ascuas de fuego, único aliento de su vida.
¡ Gran soledad del hombre nuevo!
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